P. Francisco J: Rebollo Leòn SIERVOS DEL DIVINO AMOR

P. Francisco J. Rebollo Leòn SIERVOS DEL DIVINO AMOR

sábado, 15 de septiembre de 2012

EUCARISTÍA Y SUFRIMIENTO

LA EUCARISTÍA Y EL MISTERIO DEL SUFRIMIENTO



El misterio del sufrimiento en el hombre nos lleva a buscar su sentido desde el punto de vista cristiano, principalmente en el Misterio Pascual de Jesucristo quien asume como auténtico "varón de dolores" la totalidad del sufrimiento humano causado por el pecado, y lo hace de una manera asombrosa en su propia persona pero también asociando a todos los bautizados en  su cuerpo Místico que es la Iglesia como nos explica el Beato Juan Pablo II en su Carta Apostólica Salvifici Doloris número 24.

"En el misterio pascual Cristo ha dado comienzo a la unión con el hombre en la comunidad de la Iglesia. El misterio de la Iglesia se expresa en esto: que ya en el momento del Bautismo, que configura con Cristo, y después a través de su Sacrificio —sacramentalmente mediante la Eucaristía— la Iglesia se edifica espiritualmente de modo continuo como cuerpo de Cristo. En este cuerpo Cristo quiere estar unido con todos los hombres, y de modo particular está unido a los que sufren. Las palabras citadas de la carta a los Colosenses testimonian el carácter excepcional de esta unión. En efecto, el que sufre en unión con Cristo —como en unión con Cristo soporta sus « tribulaciones » el apóstol Pablo— no sólo saca de Cristo aquella fuerza, de la que se ha hablado precedentemente, sino que « completa » con su sufrimiento lo que falta a los padecimientos de Cristo. En este marco evangélico se pone de relieve, de modo particular, la verdad sobre el carácter creador del sufrimiento. El sufrimiento de Cristo ha creado el bien de la redención del mundo. Este bien es en sí mismo inagotable e infinito. Ningún hombre puede añadirle nada. Pero, a la vez, en el misterio de la Iglesia como cuerpo suyo, Cristo en cierto sentido ha abierto el propio sufrimiento redentor a todo sufrimiento del hombre. En cuanto el hombre se convierte en partícipe de los sufrimientos de Cristo —en cualquier lugar del mundo y en cualquier tiempo de la historia—, en tanto a su manera completa aquel sufrimiento, mediante el cual Cristo ha obrado la redención del mundo. ( S D 24 )"

Por lo que la dimensión del Dolor adquiere otro sentido y de manera especial en la Eucaristía que nos une a Cristo cabeza de una forma tan perfecta que asume Jesucristo nuestro ser con toda su realidad gozosa y sufriente.

Ya no es el sufrimiento estéril y sin sentido sino que se torna en sufrimiento salvífico unido a los sufrimientos de Cristo y al cual podemos unirnos especialmente en el Sacrificio Eucarístico y en la Comunión del Cuerpo del Señor.

Además podemos asociar el sufrimiento de nuestros semejantes para que sirva para su propia salvación y santificación, aunque no estén directamente unidos a la Iglesia puesto que la Iglesia es Sacramento de salvación en Jesucristo por medio de su Gracia.

Por eso dice el Papa Juan Pablo II que "En cuanto el hombre se convierte en partícipe de los sufrimientos de Cristo —en cualquier lugar del mundo y en cualquier tiempo de la historia—, en tanto a su manera completa aquel sufrimiento, mediante el cual Cristo ha obrado la redención del mundo."

Aprovechemos esta gracia de Dios, que al participar en la Eucaristía pidamos por quienes aún no participan de la Vida de Dios en Jesucristo y así al comulgar pidamos por todos los que aún no creen en Dios y están alejados de su Cuerpo Místico y que sufren sin sentido, para que sus sufrimiento se transformen junto con los de Cristo en salvíficos.

P. Francisco Javier Rebollo León s.d.a.

jueves, 7 de junio de 2012

EL JUEVES DE CORPUS CHRISTI

JUEVES DE CORPUS CHRISTI



Explicación de la fiesta

Corpus Christi es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía.

Este día recordamos la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre.

Es una fiesta muy importante porque la Eucaristía es el regalo más grande que Dios nos ha hecho, movido por su querer quedarse con nosotros después de la Ascensión.



Origen de la fiesta:

Dios utilizó a santa Juliana de Mont Cornillon para propiciar esta fiesta. La santa nace en Retines cerca de Liège, Bélgica en 1193. Quedó huérfana muy pequeña y fue educada por las monjas Agustinas en Mont Cornillon. Cuando creció, hizo su profesión religiosa y más tarde fue superiora de su comunidad. Por diferentes intrigas tuvo que irse del convento. Murió el 5 de abril de 1258, en la casa de las monjas Cistercienses en Fosses y fue enterrada en Villiers.

Juliana, desde joven, tuvo una gran veneración al Santísimo Sacramento. Y siempre añoraba que se tuviera una fiesta especial en su honor. Este deseo se dice haberse intensificado por una visión que ella tuvo de la Iglesia bajo la apariencia de luna llena con una mancha negra, que significaba la ausencia de esta solemnidad.

Ella le hizo conocer sus ideas a Roberto de Thorete, el entonces obispos de Liège, también al docto Dominico Hugh, más tarde cardenal legado de los Países Bajos; a Jacques Pantaleón, en ese tiempo archidiácono de Liège, después obispo de Verdun, Patriarca de Jerusalén y finalmente al Papa Urbano IV. El obispo Roberto se impresionó favorablemente y como en ese tiempo los obispos tenían el derecho de ordenar fiestas para sus diócesis, invocó un sínodo en 1246 y ordenó que la celebración se tuviera el año entrante; también el Papa ordenó, que un monje de nombre Juan debía escribir el oficio para esa ocasión. El decreto está preservado en Binterim (Denkwürdigkeiten, V.I. 276), junto con algunas partes del oficio.

El obispo Roberto no vivió para ver la realización de su orden, ya que murió el 16 de octubre de 1246, pero la fiesta se celebró por primera vez por los cánones de San Martín en Liège. Jacques Pantaleón llegó a ser Papa el 29 de agosto de 1261. La ermitaña Eva, con quien Juliana había pasado un tiempo y quien también era ferviente adoradora de la Santa Eucaristía, le insistió a Enrique de Guelders, obispo de Liège, que pidiera al Papa que extendiera la celebración al mundo entero. 

Urbano IV, siempre siendo admirador de esta fiesta, publicó la bula “Transiturus” el 8 de septiembre de 1264, en la cual, después de haber ensalzado el amor de nuestro Salvador expresado en la Santa Eucaristía, ordenó que se celebrara la solemnidad de “Corpus Christi” en el día jueves después del domingo de la Santísima Trinidad, al mismo tiempo otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la santa misa y al oficio. Este oficio, compuesto por el doctor angélico, Santo Tomás de Aquino, por petición del Papa, es uno de los más hermosos en el breviario Romano y ha sido admirado aun por Protestantes.

La muerte del Papa Urbano IV (el 2 de octubre de 1264), un poco después de la publicación del decreto, obstaculizó que se difundiera la fiesta. Pero el Papa Clemente V tomó el asunto en sus manos y en el concilio general de Viena (1311), ordenó una vez más la adopción de esta fiesta. Publicó un nuevo decreto incorporando el de Urbano IV. Juan XXII, sucesor de Clemente V, instó su observancia.

Ninguno de los decretos habla de la procesión con el Santísimo como un aspecto de la celebración. Sin embargo estas procesiones fueron dotadas de indulgencias por los Papas Martín V y Eugenio IV y se hicieron bastante comunes en a partir del siglo XIV.

La fiesta fue aceptada en Cologne en 1306; en Worms la adoptaron en 1315; en Strasburg en 1316. En Inglaterra fue introducida de Bélgica entre 1320 y 1325. En los Estados Unidos y en otros países la solemnidad se celebra el domingo después del domingo de la Santísima Trinidad. 

En la Iglesia griega la fiesta de Corpus Christi es conocida en los calendarios de los sirios, armenios, coptos, melquitas y los rutinios de Galicia, Calabria y Sicilia.

El Concilio de Trento declara que muy piadosa y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular veneración y solemnidad, y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos. En esto los cristianos atestiguan su gratitud y recuerdo por tan inefable y verdaderamente divino beneficio, por el que se hace nuevamente presente la victoria y triunfo de la muerte y resurección de Nuestro Señor Jesucristo.

Fuente: www.corazones.org

El milagro de Bolsena



En el siglo XIII, el sacerdote alemán, Pedro de Praga, se detuvo en la ciudad italiana de Bolsena, mientras realizaba una peregrinación a Roma. Era un sacerdote piadoso, pero dudaba en ese momento de la presencia real de Cristo en la Hostia consagrada. Cuando estaba celebrando la Misa junto a la tumba de Santa Cristina, al pronunciar las palabras de la Consagración, comenzó a salir sangre de la Hostia consagrada y salpicó sus manos, el altar y el corporal. 

El sacerdote estaba confundido. Quiso esconder la sangre, pero no pudo. Interrumpió la Misa y fue a Orvieto, lugar donde residía el Papa Urbano IV. 

El Papa escuchó al sacerdote y mandó a unos emisarios a hacer una investigación. Ante la certeza del acontecimiento, el Papa ordenó al obispo de la diócesis llevar a Orvieto la Hostia y el corporal con las gotas de sangre.

Se organizó una procesión con los arzobispos, cardenales y algunas autoridades de la Iglesia. A esta procesión, se unió el Papa y puso la Hostia en la Catedral. Actualmente, el corporal con las manchas de sangre se exhibe con reverencia en la Catedral de Orvieto.

A partir de entonces, miles de peregrinos y turistas visitan la Iglesia de Santa Cristina para conocer donde ocurrió el milagro.

En Agosto de 1964, setecientos años después de la institución de la fiesta de Corpus Christi, el Papa Paulo VI celebró Misa en el altar de la Catedral de Orvieto. Doce años después, el mismo Papa visitó Bolsena y habló en televisión para el Congreso Eucarístico Internacional. Dijo que la Eucaristía era “un maravilloso e inacabable misterio”.

Tradiciones mexicanas de Corpus Christi



Esta fiesta tradicional data del año 1526. Se acostumbra rendir culto al Santísimo Sacramento en la Catedral de México. El centro de la festividad era la celebración solemne de la Misa, seguida de una imponente procesión que partía del Zócalo, en la que la Sagrada Eucaristía, portada por el arzobispo bajo palio, era escoltada por autoridades virreinales, cabildo, cofradías, ejército, clero y pueblo. Había también representaciones teatrales alusivas, música y vendimia especial. 

Los campesinos traían en sus mulas algunos frutos de sus cosechas para ofrecérselas a Dios como señal de agradecimiento. Esto dio origen a una gran feria que congregaba artesanos y comerciantes de distintos rumbos del país, que traían mercancías a lomo de mula (frutos de la temporada y artesanías que transportaban en guacales).

Cuentan que un hombre, llamado Ignacio, tenía dudas acerca de su vocación sacerdotal y un jueves de Corpus le pidió a Jesucristo que le enviara una señal. Al Pasar el Santísimo Sacramento frente a Ignacio en la procesión, Ignacio pensó: "Si ahí estuviera presente Dios, hasta las mulas se arrodillarían" y, en ese mismo instante, la mula del hombre se arrodilló. Ignacio interpretó esto como señal y entregó su vida a Dios en el sacerdocio y se dedicó para siempre a transmitir a los demás las riquezas de la Eucaristía. 



Así fue como surgieron las mulitas elaboradas con hojas de plátano secas con pequeños guacales de dulces de coco o de frutas, de diversos tamaños.

Ponerse una mulita en la solapa o comprar una mulita para adornar la casa, significa que, al igual que la mula de Ignacio, nos arrodillamos ante la Eucaristía, reconociendo en ella la presencia de Dios.

Esta fiesta se celebra cada año el jueves después de la Santísima Trinidad. Se lleva a cabo en la Catedral y los niños se visten de inditos para agradecer la infinita ternura de Jesús. Se venden mulitas con gran colorido.

Diversas maneras de celebrar esta fiesta

Participar en la procesión con el Santísimo


La procesión con el Santísimo consiste en hacer un homenaje agradecido, público y multitudinario de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Se acostumbra sacar en procesión al Santísimo Sacramento por las calles y las plazas o dentro de la parroquia o Iglesia, para afirmar el misterio del Dios con nosotros en la Eucaristía. 

Esta costumbre ayuda a que los valores fundamentales de la fe católica se acentúen con la presencia real y personal de Cristo en la Eucaristía.

La Hora Santa



Es una manera práctica y muy bella de adorar a Jesús Sacramentado. El Papa Juan Pablo II la celebra, al igual que la mayoría de las Parroquias de todo el mundo, los jueves al anochecer, para demostrar a Cristo Eucaristía amor y agradecimiento y reparar las actitudes de indiferencia y las faltas de respeto que recibe de uno mismo y de los demás hombres.

Consiste en realizar una pequeña reflexión evangélica, en presencia de Jesús Sacramentado y, al final, se rezan unas letanías especiales para demostrarle a Jesús nuestro amor.

Se puede celebrar de manera formal con el Santísimo Sacramento solemnemente expuesto en la custodia, con incienso y con cantos, o de manera informal con la Hostia dentro del Sagrario. Cualquiera de las dos maneras agrada a Jesús. 

Se inicia con la exposición del Santísimo Sacramento o, en su defecto, con una oración inicial a Jesucristo estando todos arrodillados frente al Sagrario. 

A continuación, se procede a la lectura de un pasaje del Evangelio y al comentario del mismo por parte de alguno de los participantes. 
Luego, se reflexiona adorando a Jesús, Rey del Universo, en la Eucaristía. 

Se termina con las invocaciones y las letanías correspondientes y, en el caso de que la Hora Eucarística se haya hecho delante del Santísimo solemnemente expuesto, el sacerdote da la bendición con el Santísimo; en caso contrario, se finaliza la Hora Santa con una plegaria conocida de agradecimiento.

Recordar en familia lo que es la Eucaristía

¿Qué es la Eucaristía?

La Eucaristía es uno de los siete Sacramentos. Nos recuerda el momento en el que el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo. Éste es el alimento del alma. Así como nuestro cuerpo necesita comer para vivir, nuestra alma necesita comulgar para estar sana. Cristo dijo: "El que come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día."


¿En qué nos ayuda la Eucaristía? 

Todos queremos ser buenos, ser santos y nos damos cuenta de que el camino de la santidad no es fácil, que no bastan nuestras fuerzas humanas para lograrlo. Necesitamos fuerza divina, de Jesús. Esto sólo será posible con la Eucaristía. Al comulgar, nos podemos sentir otros, ya que Cristo va a vivir en nosotros. Podremos decir, con San Pablo: "Vivo yo, pero ya no soy yo, sino Cristo quien vive en mí."


¿En qué parte de la Misa se realiza la Liturgia Eucarística? 

Después de rezar el Credo, se llevan a cabo: el ofertorio, la consagración y la comunión.

Ofertorio: Es el momento en que el sacerdote ofrece a Dios el pan y el vino que serán convertidos en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Nosotros podemos ofrecer, con mucho amor, toda nuestra vida a Dios en esta parte de la Misa.

Consagración: Es el momento de la Misa en que Dios, a través del sacerdote, convierte el pan y el vino en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo. En este momento nos arrodillamos como señal de amor y adoración a Jesús, Dios hecho hombre, que se hace presente en la Eucaristía.

Comunión: Es recibir a Cristo Eucaristía en nuestra alma, lo que produce ciertos efectos en nosotros: 


nos une a Cristo y a su Iglesia,

une a los cristianos entre sí,

alimenta nuestra alma,

aumenta en nosotros la vida de gracia y la amistad con Dios,

perdona los pecados veniales,

nos fortalece para resistir la tentación y no cometer pecado mortal.


¿Qué condiciones pone la Iglesia para poder comulgar? 


La Iglesia nos pide dos condiciones para recibir la comunión:

Estar en gracia, con nuestra alma limpia todo pecado mortal.

Cumplir el ayuno eucarístico: no comer nada una hora antes de comulgar.


¿Cada cuánto puedo recibir la Comunión Sacramental? 

La Iglesia recomienda recibir la Comunión siempre que vayamos a Misa. Es obligación recibir la Comunión, al menos, una vez al año en el tiempo de Pascua, que son los 50 días comprendidos entre el Domingo de Resurrección y el Domingo de Pentecostés.


¿Qué hacer después de comulgar? 

Se recomienda aprovechar la oportunidad para platicarle a Dios, nuestro Señor, todo lo que queramos: lo que nos alegra, lo que nos preocupa; darle gracias por todo lo bueno que nos ha dado; decirle lo mucho que lo amamos y que queremos cumplir con su voluntad; pedirle que nos ayude a nosotros y a todos los hombres; ofrecerle cada acto que hagamos en nuestra vida.


¿Qué hacer cuando no se puede ir a comulgar?

Se puede llevar a cabo una comunión espiritual. Esto es recibir a Jesús en tu alma, rezando la siguiente oración:

"Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma,
pero no pudiendo hacerlo sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Quédate conmigo y no permitas que me separe de ti.
Amén"

TOMADO DE CATHOLIC.NET

AUTOR: TERESA FERNÁNDEZ DEL CASTILLO

miércoles, 28 de marzo de 2012

EUCARISTÍA VIVIDA EN SEMANA SANTA

LA EUCARISTÍA EN SEMANA SANTA

Domingo de ramos


Con el Domingo de Ramos se inicia la Semana Santa o Semana Mayor. En este día la Iglesia hace memoria de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, para llevar a cabo su misterio Pascual. En la liturgia se presentan los dos aspectos fundamentales de la Pascua:

· La entrada triunfal de Jesús a Jerusalén como anuncio e imagen del triunfo de su Resurrección. 
· El recuerdo de su Pasión (el evangelio), que marcará la liberación de la humanidad del pecado y de la muerte. 

Las lecturas bíblicas invitan a vivir en ese día los acontecimientos de entonces: aceptar a Cristo como el Señor y entrar vivencialmente al drama de la pasión.


Lunes a Miércoles Santo 


Son días propicios para la reflexión profunda, la Iglesia invita como en una "última llamada" a acercarse al Sacramento de la Confesión con el fin de estar preparados para vivir la vigilia pascual y el gran acontecimiento de la Pascua. El cristiano debidamente preparado estará en gracia de Dios para participar con toda la Iglesia del gran banquete de la Eucaristía en la Misa más importante del año. 

Jueves Santo


Hay dos celebraciones importantes: 

La Misa Crismal: se celebra durante la mañana en la Catedral. Todos los presbíteros (sacerdotes) de la diócesis se unen al Obispo que preside la celebración eucarística y bendice los Santos Óleos (aceites o crismas) que se usan en los sacramentos durante todo el año. Esta celebración es como una fiesta de todos los sacerdotes, que se alegran por su propia consagración y que ven en Cristo, cuyo nombre significa consagrado por medio de la unción, su modelo y su guía. Durante esta Misa se hace la renovación de las promesas sacerdotales, para renovar su compromiso de fidelidad para el servicio del Pueblo de Dios. Los Óleos que se bendicen son: el Óleo de los Catecúmenos con el que los cristianos reciben su primera unción en el Bautismo; el Óleo de los Enfermos, para el sacramento de la Unción; y el Santo Crisma, utilizado también en el Bautismo, en la Confirmación y en la unción en el Orden Sacerdotal.


La Misa Vespertina: con la que se inicia el Triduo Pascual (se le llama víspera). En esta misa se celebra la Institución de la Eucaristía, del Sacerdocio y el Mandato del Señor sobre la caridad fraterna. Es la conmemoración solemne de la "Ultima Cena" de Jesús con sus Apóstoles, cuando Jesús: 

"da instrucciones" de cómo los cristianos deben recordar y actualizar su Sacrificio -la Eucaristía- "…hagan esto en memoria mía.." (Lc 22, 18-19)

"instituye formalmente el Ministerio de los Sacerdotes y pide por la unidad de su Iglesia "…que todos sean uno…" "Así como tú me enviaste al mundo, así yo también los envío al mundo….." (Jn 17, 11. 18) 

Habla de lo más importante de la vida del cristiano: el amor "Ley doy este mandamiento nuevo. Que se amen unos a otros… como yo los he amado". (Jn 13,34.35) 

Viernes Santo



Es el primer día del Triduo Pascual. La Iglesia no celebra un funeral, sino la muerte victoriosa del Señor. Es un día de amorosa contemplación del Sacrificio de Cristo. 
Es el único día del año en el que no se celebra la Eucaristía, es decir, no hay Misa, ni Consagración del pan y el vino, recordando que en estos días (viernes y sábado) los Apóstoles estuvieron escondidos y sumergidos en la tristeza por miedo a los judíos y por la pena de ver preso y condenado a su Maestro. Hay, sin embargo, celebraciones solemnes que convocan a todos los fieles para: La Liturgia de la Palabra. Son lecturas Bíblicas del profeta Isaías (Antiguo Testamento), que anuncia detallando de manera sorprendente la pasión del Mesías, y del Nuevo Testamento, el relato de la Pasión de Cristo narrada por San Juan y de la exaltación de Jesús Crucificado como "sumo sacerdote que penetró en los cielos" (Hb 4, 14). En estas lecturas se subraya el aspecto glorioso de la Pasión, para manifestar a Cristo como Rey y como Dios. Se concluye con una solemne oración de los fieles por las grandes intenciones de la Iglesia y del mundo, poniéndolas al pie de la Cruz, sobre la cual muere Cristo por todos los hombres. 

La Adoración de la Cruz



Es más bien la Adoración de la persona de Cristo Crucificado y el misterio significado por esta muerte por todos los hombres. No es el material de la cruz, sino lo que la cruz significa para nosotros lo que los cristianos adoramos. La Iglesia levanta el signo de la victoria del Señor para manifestar el cumplimiento de lo que Jesús había dicho: "Y yo cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí" (Jn 12,32). Al contemplar a Cristo Crucificado, vienen a la mente sus palabras. "Nadie tiene mayor amor, que el que da su vida por sus amigos" (Jn 15,13). 

La Comunión




Aunque durante el viernes y sábado santos no se celebra ningún sacramento, se reparte entre los fieles la comunión, consagrada desde el día anterior, para permitir una mayor unión con el Cristo que nos salva con su muerte. 

Sábado Santo



Durante este día la Iglesia está en actitud de silencio, propicio para la reflexión y oración, esperando la hora de la víspera para dar inicio a la Vigilia Pascual esa noche. 

Vigilia Pascual



Es la celebración central de todo el año litúrgico, ocurre al caer el sol del Sábado Santo. 
Es la "noche santa" en la que la Iglesia celebra, en la forma más expresiva, la obra de la redención como memoria, presencia y espera. 
Los cristianos recuerdan la noche en la cual Cristo sale de la tumba, victorioso de la muerte y esta memoria se hace realidad, porque sabemos que el mismo Cristo resucitado está presente en la comunidad que celebra el gran acontecimiento. 

Lo llamamos "vigilia", por la actitud de espera que debe tener el cristiano, según la invitación del evangelio: "Tengan la ropa puesta y mantengan encendidas sus lámparas. Estén como hombres que esperan que su patrón regrese de un casamiento para abrirle la puerta. Dichosos los siervos que el Señor a venir, encuentre despiertos…" (Lc 12, 35-37) 

Para todo cristiano este velar adquiere el valor simbólico de la espera de la venida del Señor. Así la Vigilia Pascual se convierte en programa de vida: estar siempre alertos y preparados para nuestro encuentro final con el Señor.

Símbolos y ritos de la celebración 

· BENDICIÓN DEL FUEGO

Es el inicio de la vigilia. Habla del paso de las tinieblas a la luz, de la noche al día. Las tinieblas simbolizan el pecado y la muerte; y la luz simboliza a Cristo Resucitado. 

CIRIO PASCUAL

Se enciende el Cirio Pascual, que simboliza a Cristo resucitado y se reparte su fuego para encender las velas que todos los fieles llevan a la celebración, significando que Cristo, "Luz del Mundo", ilumina la vida de los hombres con su Resurrección. Se coloca al frente, en el presbiterio, desde donde domina toda la asamblea. 

PROCESIÓN

Consiste en entrar al templo o lugar de la celebración, precedidos por el Sacerdote que lleva el Cirio Pascual en Alto, significa que somos el Nuevo Pueblo de Dios, nacido de la Pascua; peregrinos seguimos a Cristo Resucitado, nuestro Jefe y Luz del Mundo a través del desierto de esta vida hacia la Patria Celestial. 

LITURGIA DE LA PALABRA

El símbolo de la luz del cirio cede el lugar a la realidad de Cristo, luz del mundo, presente en su Palabra, proclamada en esta noche. En ninguna otra celebración hay tantos textos como en esta. Son nueve lecturas que presentan en síntesis la Historia de la Salvación. Las lecturas se hacen a manera de diálogo entre Dios y la comunidad, cada una está precedida de momentos de silencio, aclamaciones y cantos de salmos.

LITURGIA BAUTISMAL

Momento en que se bendice el agua bautismal, se celebra el Bautismo a quienes se hayan preparado para ingresar en la comunidad cristiana y se renuevan las promesas bautismales por parte de todos los presentes.

LITURGIA EUCARÍSTICA

Como en todas las Celebraciones Eucarísticas (Misas), se prepara el altar con los dones del pan y el vino, para hacer presente la Pascua de Cristo, como Él nos lo enseñó. La celebración eucarística es el centro de toda la vigilia. La palabra eucaristía, significa "acción de gracias". En esta noche pascual, la Iglesia celebra su acción de gracias a Padre por habernos dado a su Hijo muerto y resucitado. En esta noche se comprende más que nunca el porqué los primeros cristianos llamaron Eucaristía a la Cena del Señor. Este es el momento en que nació la verdadera Eucaristía: ¡La Pascua!. Por esto, el Misterio de la Noche Pascual culmina en la Eucaristía, que ya no la ofrece Cristo solo, sino en compañía de su Iglesia.

sábado, 7 de enero de 2012

LO BÁSICO: CONOCER UN POCO MÁS DE LA EUCARISTÍA

LA EUCARISTÍA ¿QUE ES?



La Santa Misa

Jesús quiso dejar a la Iglesia un sacramento que perpetuase el sacrificio de su muerte en la cruz. Por esto, antes de comenzar su pasión, reunido con sus apóstoles en la última cena, instituyó el sacramento de la Eucaristía, convirtiendo pan y vino en su mismo cuerpo vivo, y se lo dio a comer; hizo participes de su sacerdocio a los apóstoles y les mandó que hicieran lo mismo en memoria suya.

Así la Santa Misa es la renovación del sacrificio reconciliador del Señor Jesús. Además de ser una obligación grave asistir a la Santa Misa los domingos y feriados religiosos de precepto -a menos que se esté impedido por una causa grave-, es también un acto de amor que debe brotar naturalmente de cada cristiano, como respuesta agradecida ante el inmenso don que significa que Dios se haga presente en la Eucaristía.

¿Qué es la Eucaristía?

Es el sacramento del cuerpo y la sangre de Jesucristo bajo las especies de pan y vino. Por medio de la consagración, el sacerdote convierte realmente en su cuerpo y sangre el pan y vino ofrecido en el altar.

¿Qué es la Santa Misa?

Es la renovación sacramental del sacrificio de la cruz.

¿La Santa Misa es el mismo sacrificio de la Cruz?

Si, la Santa Misa es el mismo sacrificio de la Cruz, pero sin derramamiento de sangre, pues ahora Jesucristo se encuentra en estado glorioso.

¿Quién puede celebrar la Santa Misa?

Solamente los sacerdotes pueden celebrar la Santa Misa, pues solo ellos pueden actuar personificando a Cristo, cabeza de la Iglesia.

¿Cuáles son los fines por los que se ofrece la Santa Misa?

Los fines por los que se ofrece la Santa Misa son cuatro: adorar a Dios, agradecerles sus beneficios con pedirle dones y gracias, y satisfacer por nuestros pecados.

La Santa Comunión

La Eucaristía es también banquete sagrado, en el que recibimos a Jesucristo como alimento de nuestras almas.

La Comunión es recibir a Jesucristo sacramentado en la Eucaristía; de manera que, al comulgar, entra en nosotros mismos Jesucristo vivo, verdadero Dios y verdadero hombre, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad.

La Eucaristía es la fuente y cumbre de la vida de la iglesia, y también lo es de nuestra vida en Dios. La Iglesia manda comulgar al menos una vez al año, en estado de gracia; recomienda vivamente la comunión frecuente y, si es posible, siempre que se asista a la Santa Misa, para que la participación en al sacrificio de Jesús sea completa.

Es muy importante recibir la Primera Comunión cuando se llega al uso de razón, con la debida preparación.

¿Qué es la Santa Comunión?

La Sagrada Comunión es recibir al mismo Jesucristo presente en la Eucaristía.

¿De qué modo está presente Jesucristo en la Eucaristía?

Jesucristo está en la Eucaristía verdadera, real y sustancialmente presente, todo entero, vivo y glorioso, con su cuerpo, sangre, alma y divinidad, bajo cada una de especies y bajo cualquier parte de ellas.

¿La Hostia consagrada es una "cosa"?

No, la Hostia consagrada no es una "cosa", aunque lo parezca; es una Persona Divina, es Jesús vivo y verdadero.

¿Quién puede comulgar?

Puede comulgar el que está gracia de Dios, guarda el ayuno eucarístico y sabe a quién va a recibir.

¿En qué consiste el ayuno eucarístico?
Consiste en abstenerse de tomar cualquier alimento o bebida, al menos desde una hora antes de la Sagrada Comunión, a excepción del agua y de las medicinas. Los enfermos y sus asistentes pueden comulgar aunque hayan tomado algo en la hora inmediatamente anterior.

¿Cuándo se debe recibir la primera comunión?

Se debe recibir cuando se comienza a tener uso de razón, lo cual se supone a partir de los siete años; habiendo recibido previamente la preparación oportuna y el sacramento de la penitencia.

¿Qué pecado comete el que comulga en pecado mortal?

El que comulga en pecado mortal comete un grave pecado llamado sacrilegio.

¿Qué debe hacer el que desea comulgar y se encuentra en pecado mortal?

El que desea comulgar y se encuentra en pecado mortal no puede recibir la Comunión sin haber acudido antes al sacramento de la Penitencia, pues para comulgar no basta el acto de contrición.

ACIPRENSA

martes, 6 de diciembre de 2011

LA EUCARISTÍA, PRESENCIA VIVA DE JESÚS.


LA EUCARISTÍA, PRESENCIA VIVA DE JESÚS.




Precedente bíblico del sacrificio y banquete de comunión en la Antigua Alianza.


En Israel habían multitud de sacrificios; muchos de ellos iban seguidos de banquetes. Estos eran banquetes de comunión, en Hebreo "Selamin" que significa "sacrificio" que unián al pueblo entre sí y a su vez con DIOS.

Levítico 6, 17-20


El SEÑOR habló a Moisés para decirle: Dile a Aaron y a sus hijos:
Esta es la Ley de la víctima ofrecida por el pecado.
Será sacrificada ante el SEÑOR
En el mismo lugar donde se ofrece el sacrificio del Holocausto.
Es una cosa muy sagrada. El sacerdote que la
Ofrenda comerá en un lugar santo, a la entrada de la tienda de las citas
Cualquiera que toque las carnes será santificado.

Levítico 7, 15

La carne de la víctima del sacrificio de comunión
Será comida en el mismo día sin dejar
Nada para el siguiente.

El sacrificio de Holocausto era el sacrificio de ofrenda. Como vimos en Levítico 6, 17-20 la víctima ofrecida por el pecado era sacrificada en el altar del Holocausto. Cristo Jesús se hizo Ofrenda por nuestra salvación sustituyéndonos en la Cruz y cargando nuestros pecados "Víctima ofrecida por el pecado", en esta ofrenda, al igual que la ofrenda de comunión, la víctima era consumida totalmente y así se entraba en común - unión con el DIOS de Israel. 

En nuestra Eucaristía, la víctima, nuestra ofrenda y sacrificio, tiene que ser consumida al igual que en el antiguo Israel. Hoy nuestra ofrenda no es de ovejas ni animales. Es JESÚS el SEÑOR, por eso nuestra comunión no es simbólica, como las víctimas de Israel no eran simbólicas, sino con la propia Víctima. Para el Hebreo y en la mentalidad semita es necesario entrar en comunión con el cuerpo si queremos establecer una comunión con el espíritu.

Exodo 12, 8-10

Esa misma noche comerán el cordero asado al fuego,
Lo comerán con panes sin levaduras…
Ustedes no guardaran nada para el día siguiente,
Lo que sobre quémenlo al fuego.

En la comida de la Pascua era sacrificado un cordero, macho y sin defectos. Desde antiguo se ha considerado este cordero prefigura de JESUCRISTO. Este cordero se debía comer completo en la cena Pascual. La Eucaristía es Nuestra Cena Pascual, en ella el cordero no puede ser una representación, es el mismo cordero el que se ingiere. Nuestro cordero ya fue señalado por Juan el Bautista (San Juan 1, 36) es JESÚS, por lo tanto en la Eucaristía comemos el Cuerpo de JESÚS-CORDERO.

La Eucaristía en el contexto neotestamentario.

Juan 6, 51

Yo soy el pan vivo bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.

El pan que yo daré es mi carne, y la daré para vida del mundo

Juan 6 es el discurso más difícil que le tocó predicar a JESÚS y de hecho el de más controversia. JESÚS ya ha declarado que Él es el pan de vida.


Días antes, JESÚS ha caminado sobre las aguas, desafiando todas las leyes naturales (San Marcos6, 45-52). Pocos momentos antes JESÚS había multiplicado los panes (San Marcos 6, 35-43). Con estos dos hechos le ha querido decir a sus discípulos que Él hace con el pan lo que quiere (lo multiplica) y con su cuerpo también (camina sobre las aguas), o sea, que tiene poder sobre su cuerpo y sobre los panes. Ahora se adentra en el misterio y proclama que su carne es pan. ¿Difícil? ¿No caminó sobre las aguas ..algo imposible para un hombre?. ¿No multiplicó los panes …algo imposible para un hombre?. Seguro que sí, pero no para DIOS. El que tiene poder sobre las leyes naturales de su cuerpo y de los panes puede transformar su cuerpo en pan. En este pasaje JESÚS habla claramente. El pan que nos va a dar es Su Carne, aquí esta explícito. Esta frase esta exenta de simbolismo, pero para aclarar esto más aún veamos al texto griego original.

La palabra utilizada para definir carne es sarx, que en Griego quiere decir: "Carne, trozo de carne, cuerpo, ser vivo, hombre". Vemos una definición contundente de que JESÚS utiliza la palabra que denota cuerpo de carne y que no es en ningún modo metáfora, hecho que concordará con las palabras de la Última Cena. Existen otras dos palabras en Griego para definir carne, una es "Kreas" que quiere decir: "Trozos de carne" y se utiliza para cuando se habla de ingerir carne en una comida normal (Rom 4, 21/1 Cor 8, 13) y "Sarkinos" que quiere decir "carnal" y se utiliza en sentido simbólico (Rom 7, 14/1 Cor 3, 1 / 2 Cor 3,3. Fíjense que Jesús no utilizó ninguna de estas dos opciones en este contexto.


San Juan 6,55

"Mi carne es comida verdadera y mi sangre es bebida verdadera"

Si quedó alguna duda de la intención de JESÚS en el versículo 51, ahora las dudas deberían disiparse. JESÚS declara que su cuerpo (sarx) es comida verdadera. La palabra griega utilizada por JESÚS para decir verdadera es "Alethes" que proviene de "Aletheia" que quiere decir "Verdad, veracidad, sinceridad, realidad", esta palabra confirma la realidad de la presencia viva de JESÚS en Cuerpo y Divinidad en la Eucaristía. JESÚS no dijo en ningún momento que su carne "significa", todo lo contrario, afirma ser verdadera, "alethes". Este mismo análisis se aplica a la sangre de JESÚS.

Si nos quedara duda de que JESÚS habló en sentido simbólico o metafórico analicemos la reacción de los discípulos:

San Juan 6, 60

"Cuando oyeron todo esto, muchos de los que habían seguido a JESÚS dijeron

"Este lenguaje es muy duro ¿Quién puede sufrirlo?"

Los discípulos hablaban perfecto arameo, que era la lengua habitual de JESÚS y entendieron perfectamente que éste no hablaba en forma simbólica, pues si hubiera sido así, esta reacción hubiera estado de más. ¡Ellos reaccionaron escandalizados! No pueden sufrir que el "hijo del carpintero" les hable de "comer su carne y beber su sangre"… es algo demencial para ellos, es algo que sólo se entiende en FE. JESÚS al contrario de lo que hace en otras ocasiones no les va a explicar, porque es algo que no se puede explicar, es algo que hay que aceptar. Es por eso que les pregunta a los Apóstoles si también se van a marchar y Pedro contesta que aunque no entiende nada, sabe que de JESÚS solo sale "vida eterna". Así la Iglesia, como Pedro, se queda en Fe con las palabras de JESÚS.

San Juan 6, 61

JESÚS captó en su mente que sus propios discípulos criticaban su discurso y les dijo:

¿"Qué va a ser entonces cuando vean al Hijo del Hombre subir al lugar donde estaba antes!"?

JESÚS aquí nos da una comparación. Si no entienden cómo pueden comerse su cuerpo, menos entenderán su Ascensión al cielo, o sea dice JESÚS que es más fácil aceptar la Eucaristía que aceptar su Ascensión y su Glorificación como Segunda Persona de la Trinidad. Actualmente casi todas las Iglesias aceptan la Ascensión y Glorificación de JESÚS, sin embargo no aceptan la Eucaristía que según JESÚS es más fácil de entender.

San Mateo 26, 26-28

Mientras comían, JESÚS tomo el pan y, después de pronunciar la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: Tomen y coman; esto es mi cuerpo. Después tomando una copa de vino y dando gracias, se la dio diciendo: Beban todos, porque esta es mi sangre, la sangre de la alianza, que es derramada por una muchedumbre, para el perdón de los pecados.

Llega la Última Cena. Cena Pascual donde sorpresivamente no hay cordero puesto que JESÚS va a reemplazarlo. Llegado el momento JESÚS solemnemente declara que el pan ES su cuerpo, en clara conexión con el discurso de San Juan 6. La palabra griega utilizada en el Evangelio traducida como "cuerpo" no es Sarx, como hubiera sido de esperar pues Sarx significa también cuerpo. La palabra utilizada es Soma que quiere decir en griego "cuerpo, cadáver, cuerpo muerto" que en este contexto de sacrificio, al darlo separado de su sangre (el vino) expresa claramente queJESÚS está hablando y refiriéndose a El cómo el Cordero Pascual comido en la Pascua Hebrea ya muerto y no de forma alguna simbólica y que faltó en la Ultima Cena. La misma explicación es acertada para el vino como sangre.
San Lucas 19

"Hagan esto en memoria mía"

Esta orden de JESÚS de ninguna forma da aspecto de simbolismo a la Eucaristía, más bien la afirma. Veamos: La palabra griega utilizada para "memoria" esanamnesis que quiere decir "recordar, refrescar la memoria, mencionar, acordarse, pensar en algo" en ningún momento la palabra memoria implica símbolo. Con esta palabra JESÚS ordena a los Apóstoles que sigan repitiendo lo que Él acaba de hacer con las mismas consecuencias, instituye el orden Presbiteral o Sacerdotal al mandar a los Apóstoles a celebrar la Cena Pascual con Él como Cordero Sacrificado y en ningún momento simbólico. Con esto se cumple en el Nuevo Pacto lo ordenado a Israel en Exodo 12, 14"

"Esta ley es para siempre: los descendientes de ustedes no dejaran de celebrar este día".

¿Sabías tu, que cuando asistes a la Eucaristía estas asistiendo a la Cena Pascual de la Nueva Alianza?.. Esto será un tema para un nuevo estudio. Regresando a nuestra palabra "anamnesis", esta palabra se utiliza en Hebreos 10,3. "Pero en esos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados…" cada año se recuerda algo muy actual, los pecados. Memorial - actualización de una realidad. ¿Qué realidad? Nuestra comunión conJesús de una forma íntima y tremenda comiendo su Cuerpo y bebiendo su Sangre.

Levítico 2,2

"La llevarán a los sacerdotes, los hijos de Aaron, quienes tomando un puñado de harina con aceite y todo el incienso lo quemaran sobre el altar como combustión, en memoria, en olor suave para YHAVEH"

El olor de esta harina, quemada por los sacerdotes en el altar será un memorial, o sea que recordara al Padre la ofrenda al mismo tiempo que al oferente. El memorial de la Eucaristía recuerda al Padre el Sacrificio de Cristo en la cruz - único y suficiente- pero que se actualiza como sacrificio incruento, donde no hay sufrimiento; y que recuerda al Padre que somos los oferentes y los beneficiados de éste, y que por esta víctima- Jesús -debe derramar su Misericordia sobre nosotros.

En I de Corintios 11, 26 dice San Pablo "Cuantas veces comáis este pan y bebáis este cáliz, anuncias la muerte del Señor hasta que venga". Este versículo es de una importancia trascendental, pues reafirma el carácter sacrificial y escatológico de la Eucaristía. Proclamamos el sacrificio de JESÚS y lo haremos hasta que Él retorne en Gloria.

I Corintios 10, 16

La copa de bendición que bendecimos, ¿No es la comunión con la sangre de CRISTO? Y el pan que partimos, ¿No es una comunión con el cuerpo de CRISTO?

En este Capitulo 10, San Pablo habla de un hecho real "no se debe comer carne sacrificada a los ídolos" y como alude a la presencia real de Cristo en la Eucaristía común - unión del creyente y CRISTO JESÚS, diciendo claramente que la comunión es el cuerpo y la sangre de Cristo.

I Corintios 1, 26-29

Así pues, cada vez que comen de este pan y beben de la copa, están proclamando la muerte del SEÑOR hasta que venga. Por lo tanto, si alguien come el pan y bebe de la copa del SEÑOR indignamente, peca contra el cuerpo y la sangre del SEÑOR.
Por eso, que cada uno examine su conciencia antes de comer del pan y beber de la copa. De otra manera come su propia condenación al no reconocer el cuerpo.

Aquí San Pablo nos da una visión contundente de la presencia real de JESÚS en la Eucaristía. Primeramente se peca contra el objeto que se agravia, aquí según San Pablo se agravia el Pan y la Copa al comerse indignamente, sin embargo se peca contra el Cuerpo y la Sangre del SEÑOR, afirmación que sería un desatino si cuerpo y pan y copa y sangre no fueran lo mismo. Seguidamente va a atribuir condenación, un hecho que solo se aplica por no aceptar en Fe a DIOS .

¿Qué pensaron la comunidad primitiva y los Padres de la Iglesia en el primer siglo sobre este tema?

- San Ignacio Obispo de Antioquía en el año 110 D.C. escribe en su Carta a los de Esmirna lo siguiente: "De la Eucaristía y la oración se apartan (los herejes docetas) por que no confiesan que la Eucaristía es la carne de Nuestro Salvador JESUCRISTO, la que padeció por nuestros pecados, la que por bondad resucito el Padre. Por lo tanto, los que contradicen el don deDIOS litigando, se van muriendo. Mejor les fuera amar para que también resucitasen"

En su carta a la Iglesia de Filadelfia les dice: "Esforzaos, por lo tanto, por usar de una sola Eucaristía; pues una sola es la carne de Nuestro SEÑOR JESUCRISTO y uno sólo es el cáliz para unirnos con su sangre, un solo altar, como un solo Obispo junto con el Presbiterio y con los diáconos co-siervos míos; a fin de que cuando hagáis, todo lo hagáis según DIOS".

-San Justino Mártir, año 160 en su Apología 1ra. "Este alimento se llama entre nosotros Eucaristía del cual a ninguno le es lícito participar, sino al que cree que nuestra doctrina es verdadera y ha sido purificado por el Bautismo para perdón de pecados y regeneración…. Es la sangre y la carne de aquel JESÚS que se encarnó, pues los Apóstoles y los comentarios por ellos compuestos, llamados Evangelios nos lo transmitieron así…"

-San Ireneo, Obispo de Lyon, año 180, libro "Adversus Haereses" " ¿Y como dicen también que la carne se corrompe y no participa de la vida (la Carne) que es alimentada por el cuerpo y la Sangre del SEÑOR? Por lo tanto, o cambian de parecer o dejan de ofrecer las cosas dichas".

-Tertuliano, año entre 160 y 220 libro "Contra Marción" "Por lo cual, por el sacramento del pan y del cáliz, ya hemos probado en el Evangelio la verdad del cuerpo y la sangre del SEÑOR en contra de la teoría del fantasma propugnada por Marción".

-San Agustín, años 354-430 "Y siendo así que CRISTO anduvo en esta carne y nos dio su misma carne para que la comiéramos, nadie puede comer su carne si no la adora, encontramos que como es posible adorar tal escabel de los pies del SEÑOR, sin que no-sólo no pequemos adorando, sino que pequemos no adorando..

Hermanos separados de la comunión con la Iglesia Católica opinan que cuando JESÚS dijo: "Esto es mi cuerpo" lo dijo en forma de símil, como es el caso en San Juan 6, 35 donde JESÚS dice: "Yo soy el pan de Vida’ o como en San Juan 6, 12 donde dijo: "Yo soy la Luz del mundo" o también como en San Juan 10, 9 donde dijo "Yo soy la puerta". Evidentemente JESÚS aquí se esta describiendo a sí mismo como "Pan de Vida", "Luz del mundo", "Puerta" y en otra oportunidad como "El camino", JESÚS no es una "Puerta" o un "camino" físicamente hablando.. es pura simbología, pero examinemos una de estas oraciones, por ejemplo: "Yo soy la Puerta". Esta oración, y si mal no recuerdo mis años de estudiante de gramática, se compone de Sujeto y Predicado. El sujeto es de quien se habla y el predicado precedido de un verbo describe una acción al sujeto, en este caso Yo, es el sujeto o sea CRISTO y soy la puerta es el predicado que describe a Cristo como la entrada a la salvación por medio de una "puerta". En la Ultima Cena JESÚS dice "Esto es mi cuerpo". Esto es el sujeto o sea el pan y mi cuerpo es el predicado que describe al sujeto o sea CRISTO(soma). ¿Ves la diferencia? En los anteriores versículos del Evangelio CRISTO se describe a sí mismo como puerta, Luz, camino, etc.. En la Ultima Cena el Pan es descrito como el mismo CRISTO, su cuerpo sacrificial. Luego entonces el Pan es CRISTO, lo cual es muy diferente a que CRISTO sea pan.

Hermano que lees este pequeño estudio de apologética sobre la Eucaristía, la presencia real de JESÚS en el pan y en el vino sólo se acepta por FE, no por razonamiento. Pues como dijo San Agustín "Si lo entiendes, no es Dios". ¿En qué bando estas? Entre los que dejaron a JESÚS moviendo la cabeza y diciendo "dura doctrina es esta!" O cómo los que como Pedro nos quedamos diciendo "no entiendo humanamente, pero sé que tienes Palabras de Vida y además adonde ir que haya vida eterna?" Si te quedas en Fe tienes la promesa del SEÑOR "El que come mi carne y bebe mi sangre, vive de verdad, y yo lo resucitare en el ultimo día". Que así sea.

Ministerio de Apologética

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